Otro efecto secundario del covid-19 en los colegios: enfrentarnos unos contra otros.

                    Foto de Feliphe Schiarolli en Unsplash

Cada vez que pasamos más tiempo con la pandemia me está dando la sensación de que nos estamos volviendo más insensibles.

Los primeros días de cifras elevadas de contagios y fallecidos en España nos alarmábamos y todo el mundo hablaba de esas cifras, ahora escuchamos el número de fallecidos en el mundo y ni le prestamos atención. Solo escuchamos números y más números sin pararnos a pensar en las personas que están detrás de esa cifra.

Nos está pasando como ha pasado con las cajetillas de tabaco. Cuando salió la campaña de poner imágenes en ellas, todo el mundo tenía algo que decir, a nadie le parecía agradable ver las fotos de los efectos del tabaco, pero hoy en día da igual que te den una cajetilla de tabaco con un pulmón a trozos que una con la cara de Pocoyo.

Últimamente solo oigo personas discutir por todo lo referente al coronavirus. Unos piensan que no existe y otros si, cada uno tiene su opinión y sus razonamientos. Pero lo peor que podemos hacer tanto unos como otros es intentar convencer a los demás de que tus convicciones son las ciertas.

Una de las cosas de los seres humanos que ha traído más conflictos a lo largo de la historia, es el intentar imponer sus creencias a los demás.

Muchas personas se creen que están en posesión de la verdad absoluta y no atienden a razones, cuando alguien se obceca en un pensamiento luchar contra el solo acarrea conflictos.

El covid-19 está llevando a muchas personas a estos extremos.

No paro de oír todos los días historias de amigos que se pelean, padres contra profesores o médicos, discusiones en las puertas de los colegios, en los chats y en las redes sociales.

Porque no nos paramos a pensar un poco. Nosotros no somos el enemigo ¿Por qué discutimos unos contra otros?

Creo que muchas personas ante las incomprensibles obligaciones que nos están poniendo en muchos casos y aunque no estén de acuerdo, intenta autoconvencerse de que todo está correcto.

Hay padres que los primeros días decían que era una barbaridad mandar los niños a clase y ahora dicen que todo está perfecto.

Muchas de estas personas se entienden que necesitan el colegio para poder compaginar su vida laboral, pero que tengan esa necesidad no justifica que quieran convencerse de que todo está bien.

Nada se está haciendo correctamente, dicho por los médicos, por los científicos, por los profesores. Pero como es los que nos imponen lo asumimos y nos autoconvencemos.

El colegio es un lugar imprescindible para la educación y desarrollos de los niños, para el funcionamiento de la economía, para la conciliación y podríamos decir mucho más, pero eso no justificas que se hagan las cosas mal por la obligación de abrir las aulas.

Hay frases y argumentos que se repiten en cientos de personas, voy a mencionar solo unas cuantas, porque si no el post sería interminable.

- “Pues si tú o tu marido vais a trabajar, porque tu hijo no puede ir al colegio”

Esta es una frase estrella que la he oído cientos de veces.Y ahora le digo a quien tanto la repite. Por favor analiza un momento lo que estás diciendo.

Estas comparando el sentido común y las responsabilidades de un adulto con la de un niño de 6 años.Yo no se como te comportas  con los compañeros de trabajo, pero por ejemplo si uno lleva una mascarilla que me gusta más que la mía yo no sé la cambio, pero un niño de 6 años si lo puede hacer, si me pica la nariz o la boca intento no tocarme o desinfectarme antes. Un niño de 6 años se rasca sin más. Y podría llenar un folio enumerando cosas que puede hacer un niño que se supone que un adulto no haría, pero continuo.

Luego están las condiciones de seguridad que te imponen en el trabajo y en el colegio se omiten.

En el trabajo no te obligan a comer en una habitación de 40 metros cuadrados aproximadamente, con 25 compañeros a la vez sin mascarilla obviamente porque se están comiendo. Pues en la mayoría de los colegios sí. Son muchas las normas impuestas en los colegios que se contradicen con las que nos ponen para el resto de la sociedad.Y no los décimos, cuatro padres, son los propios profesores que se están manifestando y pidiendo también seguridad para nuestros hijos.

- “Los niños no se enferman graves”

Eso no es cierto, no se puede afirmar rotundamente esta frase que también es muy habitual escuchar. Los niños tienen menos posibilidades de desarrollar complicaciones graves, pero no están exentos de que las puedan tener. Es cierto que estadísticamente hay menos posibilidades, pero decirles eso a los padres que sus hijos han enfermado gravemente o han muerto a ver si les importan, las probabilidades que dicen las estadísticas.

- “No se contagian en los colegios, se contagian en el ámbito familiar”

En la mayoría de los primeros casos que se están dando en los colegios es cierto, porque cuando se ha iniciado el curso los contagios venían del ámbito familiar, pero como no hay control de los asintomáticos estamos mezclando a niños con el virus con otros niños sanos.  Conforme pasen los días y si se les hace pruebas a los demás compañeros cuando hay un caso en una clase, se verá si se contagia o no en el colegio. Mientras no se tengan estos dados no se puede decir esto sin pruebas

- “En los colegios los profesores se encargan de que se cumpla la normas”

Si un padre con un niño travieso, le cuesta trabajo que se deje la mascarilla y no se toque la cara, no se como puede hacer una persona sola con 25 niños para que todos cumplan las normas. Y encima que en la mayoría de los colegios públicos están falto de personal.

- “Pues tú has ido a tal sitio o has hecho tal cosa”

Otra de las frases más usadas son las que se recriminan unos a otros lo que han hecho. El echar en cara las cosas, es algo que le gusta a mucha gente. Y para rebatir a una persona que no se siente segura llevando a sus hijos al colegio no falta quien le recuerde las cosas que han hecho en este tiempo de pandemia que puedan ser menos seguras.        Nadie debería juzgar a nadie y creo que bastante sacrificio hace muchas familias para que si algún día, por las circunstancias que ellos crean oportunas deciden hacer algún tipo de actividad, nadie es quien para recriminar eso. Tener que decirles a tus hijos día tras días que no pueden hacer cosas cuando están viendo que otros niños que  lo hacen, es duro. Es muy fácil ver todo lo que los demás hacemos mal pero que difícil es encontrar un error en nuestro comportamiento.

- “Tu no decías que era una gripe al principio”

Muchas personas confiamos en lo que nos decían las autoridades sanitarias antes del estado de alarma y con el tiempo hemos cambiado de opinión. Todo el mundo tiene derecho a rectificar y más cuando nos han dado tanta información contradictoria.

Por último, también me dicen muchos padres que se están viendo obligados a llevar a sus hijos al colegio, que las personas que están actuando así, parece que se alegran de que los tengan que llevar obligados. Les hacen comentarios con segundas y hablan a sus espaldas como si estuvieran cometiendo un delito.

Es muy triste ver este comportamiento, entre personas que tendrían que apoyarse unos a otros, todos somos padres, madres o responsables de un menor y lo más importante para nosotros es protégelo de cualquier peligro. Por eso, aunque se me pasan muchas cosas por la cabeza para decirles a las personas que están actuado así, con lo único que me quedo es con que me dan pena.

Pena de ver cómo las personas se vuelven insensibles e intolerantes, como no siente empatía hacia las personas que están sufriendo a su alrededor y aprovechan los momentos difíciles para hacer leña del árbol caído.

A los padres que por diferentes motivos no estamos de acuerdo como se está llevando la vuelta al colegio se nos ha calificado, de alarmistas, de irresponsables, de miedosos, de sobreprotectores y muchos adjetivos más. Y todo por que exigimos medidas que protejan tanto a nuestros hijos como a los suyos.

Hay sobreinformación en todos sitios, leemos noticias contradictorias constantemente, por un lado, nos asustan y por otro lado nos dicen que confiemos en las medidas que muchas personas no entendemos. Se lanzan la pelota de una administración a otra. Nadie asume responsabilidades ni aportan soluciones para todos los problemas que van surgiendo, no hay previsión de nada. Vivimos en una incertidumbre constante y encima para rematar todo están los que se dedican a crear bulos por redes sociales o por internet, para volvernos más confusos de lo que estamos.

Ante todo esto es justo pedir un poco de empatía y comprensión. Seamos más pacientes unos con otros, dejemos a un lado la actitud intransigente que están adoptando algunas personas. Si hubiera unión entre los padres o tutores de los niños, no se hubiera llegado al punto de crispación que estamos ahora.

Parece que las personas que estamos reclamando seguridad para nuestros hijos y familia se nos está dando la imagen de gente que quieren que cierren los colegios, que no quieren educar a sus hijos y que quieren fastidiar a todos los padres que intentan conciliar el trabajo con la familia. Me da mucha lástima pensar, que la lucha que se ha creado por parte de tanta gente se le esté dando esta imagen que es totalmente falsa.

Si nos hubiéramos unidos en un primer momento, el colegio tendría hoy más medidas de seguridad para todos, tanto para los padres que tiene miedo como para los que no creen en la pandemia, los profesores no estarían tan saturados y teniendo que defenderse de los padres que pagan sus miedos con ira hacia ellos. Porque os recuerdo que los profesores tampoco son el enemigo y también es injusto el trato que se les está dando por parte de algunos padres que no quieren aceptar las incomprensibles normas que se han puesto.

Ojalá pronto empiece las rectificaciones por parte de las administraciones y no tengamos que lamentar males mayores.

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